Lo que se ha encontrado en las diferentes investigaciones sobre el tema es claro. Cuanto más fumen los padres, más probable es que fume su hijo. Existe por lo tanto un efecto de modelado en relación con el tabaquismo.
Además, se han demostrado dos problemas de salud que afectan a los adolescentes que son hijos de fumadores:
- Asma: un estudio realizado en la Universidad de Bergen en Noruega muestra que los hijos de varones fumadores tienen una probabilidad tres veces mayor de desarrollar asma en la infancia. Este efecto se produce cuando los padres han fumado durante su adolescencia, aunque luego hayan dejado el hábito. Este resultado es curioso, porque sólo se produce cuando los fumadores son los padres. En el caso de las madres no se ha observado la misma relación.
- Enfermedad cardíaca: también se ha encontrado que los niños que se exponen a las sustancias tóxicas del tabaco como fumadores pasivos tienen mayores riesgos. Entre ellos un incremento en la posibilidad de desarrollar enfermedades cardíacas en su edad adulta, comparados con hijos de padres que no fuman.
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